RICARDO PORTABALES(PADRE)
Extracto de la entrevista y del libro que en breve se publicara por Absalon.
http://www.youtube.com/watch?v=drd60jgD8Sc
Ricardo Portabales Rodriguez Quiero desde aquí. tener la oportunidad de responder a algunos medios de comunicación. en estos días se a estado hablando sobre uno de los caso mas importantes que se están mencionando en España. y donde yo en una mayoría de esos artículos se refleja mi nombre y hechos en el caso Necora diciendo. que el magistrado Luciano Varela no le daba credibilidad a Ricardo Portabales. y que el juez Baltasar Garzón lo agarro para su popularidad. Pues bien entre ellos dos han tenido el caso Necora, donde según manifiestan que el juez Luciano Varela, no había querido el caso, o no le había dado credibilidad alguna. y que fuese pasado a Baltasar Garzón . E leído tantas barbaridades, que no se como se pueden inventar tales hechos. primero. no tengo nada que decir en estos instantes entorno la posible pelea que estos dos señores tienen como manifiestan algunos medios. pero si, cuando se expone cierta información no real, sobre lo que paso o no en el sumario 13/90.
Me gustaría escuchar por la boca del magistrado Luciano Varela, no como juez. si no como hombre, lo que estos medios dicen de que si o que no tenia ninguna credibilidad entorno a lo manifestado ante el. por que el tubo la oportunidad de desvelar todo antes de pasarlo a Madrid a la audiencia nacional. y mi familia y yo no hubiésemos pasado por todo lo que hemos pasado. una le hubiese hecho un gran favor a la justicia y otra a la sociedad, si en verdad el dice lo que alguno de ustedes refleja en algunos diarios y paginas digitales de Internet.
Si eso es cierto, no solo el juez no advirtió a su colega. sino que no actuó limpiamente al pasar los hechos a otro departamento de la audiencia nacional. El otro si fuese así, fue “engañado”. Y lo digo con todo el respecto que me merece la “justicia”. quiero dejar bien claro que no estoy juzgando ni al magistrado Luciano Varela. ni al magistrado Baltasar Garzón. solo juzgo lo que en los escritos periodísticos hacen eco de los hechos. y si en su momento la voz de alguno de estos dos señores manifiestan lo contrario. tendré que matizar con detalle los hechos. si alguien tiene que juzgar esto a partir de ahora que sea la “justicia”.
Y ahora con su permiso, desde aquí quiero tener la oportunidad de decirles algo a las personas amadas. y entre ellos a un amigo. el cual fue engañado para que siguiese el juego de estos indeseables. los cuales tuvieron que haberlo sabido mucho antes. y no ahora. y a través de este medio.
Estimado hijo. e leído lo que tu as puesto en tu pagina, la reproducción de audio que semanas atrás yo e reproducido para que muchos escucharan ciertas barbaries que se cometían en aquellos instantes con todos nosotros. pero lo que nunca supiste ni tu ni nadie asta estos días, es el por que lo hacían. pues bien ya es hora de que tu y el resto de la familia. así como aquellos que le puedan interesar , lo contare, pero al que mas debo respuestas es a ti. y al resto de la familia. en esos días que sucedían ciertas movidas de esa índole de asustamientos y falsas alarmas por parte de ciertos individuos. era debido de que yo no quería seguir con esa pantomima o engaño a la sociedad que tanto vitoreaban en aquellos días la famosa operación NECORA. O mas bien como se denominaba realmente operación MAGO. que era el sumario 13/90.
Cuando yo quise renunciar a seguir y no fue una ni dos veces que quise hacerlo, esa era la forma de actuar de ellos. pero eso no era lo mas grave, lo mas grave es lo que ami personalmente me decían, cuando me llevaban ante el verdadero artífice de todo este engaño. o seguía colaborando con ellos o harían que regresase a prisión , y me meterían entre los verdaderos hijos de puta como ellos los denominaban , para que jugasen a la pelota con mi cabeza, y que al resto de la familia se abandonarían a su suerte. y harían saber a ciertos individuos que querían venganza por todo lo sucedido a sus colegas que habían sido traicionados, por alguien que decía ser de sus organizaciones, así jugarían con el resto de la familia y yo seria el culpable de todo lo que ocurriese. por no seguir con lo pactado con ellos. nunca conté esto asta hoy ni tenia pensado hacerlo asta que estuviese ante un juez que quisiera la verdadera historia de lo sucedido. y que así se reabriese el caso, para restaurar la inocencia de aquellos que en su momento habían sido condenados injustamente, por todo aquello que yo falsamente e instruido por los verdaderos malhechores aviamos hecho, digo hecho, por que con mi cobardía y miedo , les ayude a realizar toda aquella macabra. y mentirosa parafernalia. Para la distracción ante los hechos que acontecían en aquellos instantes en España.
Por eso no es lo mas correcto que yo te conteste desde aquí, hijo. espero que en el momento mas oportuno y te tenga frente a mi. tanto a ti. como el resto de la familia. os pueda dar la satisfacción de saber la realidad de todos los hechos . nunca negocie mi libertad, ya que la condena por lo que yo había hecho en aquellos entonces era pequeña. y solo me quedaban meses para salir en tercer grado. que no mientan como se esta contando estos días en algún medio de comunicación. que pregunten, que investiguen la verdad. y si verdaderamente el señor magistrado de la audiencia nacional. o el magistrado que en su momento me recibió en su despacho en Pontevedra. que digan la verdad. yo jamás negocie nada. Ni con uno. Ni con el otro. Ni con nadie. que cuenten la verdad, tanto uno como el otro, las peleas que sus señorías tengan entre si no me importan. pero la verdad de los hechos entorno a mi persona si, por que ya es lo único que nos queda. la verdad. Y del que si sabe algo y no dice nada Y hablo de la fiscalía que llevo el caso. Que responda la verdad lo que se nos prometió. Cuantas veces quise renunciar tanto yo como Fernández Padin. Que respondan y no se ocultan tras su vergüenza si algún día la han tenido. Que cuenten Solo la verdad.
Atentamente un esposo, un padre o un hombre cobarde, por miedo a lo que pudiese ocurrir a mi familia: Ricardo Portabales Rodríguez
Los "secretos" de la operación policial que verán la luz
E. LOIS Vilagarcía 4 DIC 2011
Ricardo Portabales ha regresado estos días de Montevideo para firmar el contrato con la editorial que le publicará el libro donde ha prometido contar "las mentiras de la operación Nécora". Indignado con el trato que recibió del Estado, el arrepentido de Marín ya había amenazado desde su escondite uruguayo que haría temblar los ministerios de Justicia e Interior cuando desvelase cómo se montó el macroproceso y demostrar con pruebas que todas sus confesiones fueron una falacia.
Su hijo Ricardo piensa que su padre "vivió en medio de una porquería tan grande que es mejor no tocarla". "Y si lo que contó es verdad o mentira lo tendrá que demostrar él y asumir las consecuencias de lo que diga, lo que está claro es que está muy arrepentido de confiar en quien no debía de hacerlo", asegura. Pero el primogénito de Portabales también prepara su propia obra literaria, una especie de biografía de sus últimos 20 años. "He oído muchas conversaciones y sé muchas cosas de todos aquellos años rodeado de policías y periodistas. Ahora quiero contar cómo viví todo aquello y que la gente se entere de lo que en realidad fue, sin fabulaciones, desde la perspectiva de un niño abrumado por unos acontecimientos que probablemente no vuelvan a repetirse jamás", añade.
Manuel Fernández Padín también comenzó a enhebrar su propia crónica, contada desde su infancia en Vilanova de Arousa y espera publicarla pronto. Pero ahora también está decidido a narrar su experiencia personal como arrepentido. "Lo que dije lo mantengo pero hoy no volvería a hacer las cosas de aquella manera, fiándome de todo bicho viviente. He guardado para mí muchos secretos y ahora creo que sería un buen momento para contarlos con tranquilidad y en buen tono", afirma.
Cambio de vida
Hace un año recibió un trasplante de hígado y su vida cambió por completo. "Puedo pensar, estoy lúcido y sé lo que quiero, me siento como otra persona, con ganas de vivir y de hacer las cosas que nunca pude después de pasar por el infierno de las drogas", explica Padín.
Recuperado, Padín ha conseguido una pensión no contributiva, tiene dos hijos, uno adoptado, y vive con su mujer en Madrid. "No tengo miedo a represalias al fin y al cabo el traficante gallego no es como el colombiano o el mexicano, aunque hago una vida discreta". "Pero quiero que se sepa todo, el daño está hecho pero la venganza se sirve fría", concluye.
Hace 22 años comenzó a escribirse la historia de los arrepentidos en España cuyas acusaciones desencadenaron la primera macro operación policial que llevó al banquillo a 52 acusados. Ricardo Portabales y Manuel Fernández Padín, con apenas 30 años, lograron mover los cimientos del narcotráfico, cuando este negocio era tan solo el preámbulo de lo que quedaba por venir. Con sus acusaciones pusieron bajo sus pies a jueces, fiscales y altos cargos del Ministerio del Interior para que declararan en el juicio como testigos de cargo a cambio de protección, una nueva identidad y una pensión económica de por vida.
Portabales, un traficante de medio pelo, se encontraba cumpliendo condena en la antigua prisión de A Parda dos años después de ser pillado in fraganti vendiendo hachís en una carretera a las afueras de Pontevedra. Allí coincidió con algunos famosos del gremio, como Laureano Oubiña, con el que llegó a intercambiar algo más que palabras. Humillado y harto que cada dos por tres tuviese que ir a la enfermería por algún que otro puñetazo, Ricardo decidió escribir una carta al juez que le había condenado haciendo la firme promesa de dar nombres y apellidos de contrabandistas y narcotraficantes si le sacaban de allí.
Casi al mismo tiempo que Portabales consiguió zafarse de la cárcel fue detenido Manuel Fernández Padín, también en Pontevedra. Acababa de hacer una entrega de cocaína que había dejado a su contacto en una papelera cerca de un conocido centro comercial. Pieza clave en la detención de Manuel Charlín Gama y el grueso de su camarilla en los transportes de droga, Padín formaba parte de la organización como uno de los vasallos del clan más fiables y cualificados. Presionado por la situación que le esperaba y sumido en una profunda depresión decidió, al igual que Portabales, colaborar con la justicia.
Los dos testigos pronto se encontraron en la Audiencia Nacional, cara a cara con el juez Baltasar Garzón y el entonces fiscal antidroga Javier Zaragoza para reconstruir un relato cuyas repercusiones judiciales y sociales serían inimaginables para ellos. Así comenzó a fraguarse la Operación Nécora que se desarrolló en la madrugada del 12 de junio de 1990, con un despliegue de objetivos y medios sin precedentes.
Pero hace apenas dos años, cuando parecía que la historia de los arrepentidos había llegado a su epílogo, una comunicación de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana hizo que tanto Ricardo Portabales como Fernández Padín se arrepintieran de lo que habían hecho. Escuetamente, desde este departamento del Ministerio del Interior, les informaban de que quedaba sin efecto la pensión de 992 euros mensuales, el escolta que les acompañaba día y noche y la vivienda que ocupaban desde que fueran clasificados como testigos protegidos.
"Yo me fie y ahora me siento engañado, defraudado porque arriesgué mucho, una parte de mi vida escondido a cambio de nada", afirmó Padín con amargura. "El problema fue Ricardo, que no supo atar bien las cosas porque fuimos de testigos al juicio, que es lo que todos querían, sin haber firmado ningún papel, todo fue de palabra y ahora ya no tenemos a qué agarrarnos y legalmente a quién reclamar", explica.
"Portabales tuvo al Ministerio de Justicia y de Interior a sus pies, podía pedirles cualquier cosa porque se la hubiesen dado, pero iba de listillo y de bocazas y no supo negociar; pensó que los que le prometían tantas cosas iban a ser sus amigos para toda la vida", cuenta Padín. "Estábamos abrumados porque éramos primeras páginas de los periódicos y abríamos los telediarios, él había implicado a gente muy gorda, aunque luego quedó todo en nada porque era muy fantasma y fabulador, quería vivir del cuento. Pero mis confesiones fueron avaladas por un tribunal y en una sentencia donde mi prestigio quedó a salvo", subraya Padín.
"Yo estaba física y mentalmente muy mermado por mi enfermedad hepática, que me impedía ver las cosas con lucidez, por eso Ricardo era el que llevaba la voz cantante del juicio y recibía los sobres con dinero del Ministerio de Interior. Ahora ya no podemos hacer nada porque los abogados dicen que todo ha prescrito", se lamenta Fernández Padín.
"Por los servicios prestados, a la calle"
Ricardo Portabales abandonó a su familia y vive actualmente en Montevideo (Uruguay). Su hijo, que lleva su nombre, dice que nadie de la familia tiene relaciones con él. "Mi padre para nosotros ya no existe, forma parte del pasado y nos ha demostrado que no le importamos nada", afirma.
"A mí lo único que me preocupa es mi madre, que se ha quedado en la calle, sin una pensión, después de todo lo que ella y nosotros hemos sufrido por culpa de mi padre, viviendo en las mismísimas cloacas del Estado y al final, por los servicios prestados, a la calle", reprocha Ricardo Portabales.
"Para mí, después de vivir todos aquellos años, esta respuesta es algo insólito que no podemos perdonar, porque los han engañado como a pardillos, les tomaron el pelo a cambio de hacer todo lo que ellos quisieron, los han utilizado. Pero todavía confío en que podamos encontrar a alguien que ayude a mi madre, con una pensión o con un trabajo, porque ella es la gran víctima de este drama familiar", subraya.
El hijo de Portabales tenía ocho años cuando la Policía fue a buscarles a su casa de Marín para trasladarlos a Madrid donde siguen viviendo. "Eran siete coches patrulla esperándonos a la puerta para llevarnos a cuatro enanos, mi madre, mi padre y todos los enseres que teníamos. Y todo aquello para nada, solo nos trajo dolor y sufrimiento", explica.
"Después de haber sido la familia más protegida de España, con 15 escoltas todos los días, hemos pasado al olvido. Y si mi padre hizo las cosas mal ¿qué culpa tenemos, por qué vamos a pagarlo nosotros?", se pregunta Ricardo Portabales.
"El Estado queda en entredicho porque a partir de lo que nos ha pasado, ¿quién se atreverá a colaborar con los jueces o con la policía?, es una situación que crea una gran seguridad y te vas a jugar la vida y la de tu familia a cambio de nada", añade
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