El diario británico "The Guardian" asegura que veteranos de guerra estadounidenses de alto rango instalaron y dirigieron centros de torturas a prisioneros en Irak.
Según indica dicho periódico en la edición de este 6 de marzo, basándose en testimonios de testigos iraquíes, los coroneles James Steal y James Coffman rendían informe a quien era por entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y al general David Petraeus.
Steel y Coffman estuvieron implicados en "guerras sucias" en América Central durante la década del 80. La publicación precisa que Steele fue líder de una unidad militar estadounidense que en aquel momento entrenó grupos de contrainsurgencia en El Salvador.
"The Guardian" asegura que el Pentágono envió a Irak a los veteranos para que supervisaran comandos de la policía que llevaban adelante detenciones clandestinas y organizaban centros de tortura para obtener información de los insurgentes.
Rumsfeld y compañía
De confirmarse y profundizarse las implicancias de las investigaciones dadas a conocer por los medios británicos, podría demostrarse que los altos mandos de Defensa estadounidenses estuvieron involucrados en incidentes de tortura.
Según el periódico, Rumsfeld pidió que Steele colaborara con las fuerzas paramilitares en Irak. Coffman es sospechoso de haber trabajado junto con Steele en centros de detención sostenidos con millones de dólares estadounidenses.
Hasta ahora, las autoridades de Estados Unidos siempre dijeron que los casos de tortura demostrados, como aquellas perpetradas en la prisión de Abu Ghraib, eran conductas erróneas adoptadas por determinados soldados, no una práctica extendida.
“Los ojos y oídos de Petraeus”
"Ambos (Coffman y Rumsfeld) sabían lo que ocurría allí... las torturas, los peores tipos de torturas", dijo un general citado por la BBC. Según el informe, Coffman se hacía llamar "los ojos y oídos" de Petraeus "in situ".
El reporte implica directamente a asesores estadounidenses en abusos de derechos humanos cometidos por comandos, además de ser la primera vez que Petraeus (quien renunció al cargo frente a la CIA en noviembre por una relación extramatrimonial) es vinculado con este tipo de abusos a través de un asesor.
Las prisiones de Irak son consideradas uno de los sitios donde se ejecutaron las peores torturas durante la ocupación estadounidense entre 2003 y 2011. El origen de las investigaciones de los medios británicos fueron documentos que saltaron a la luz a través de Wikileaks.
Por el momento, ni el Pentágono ni los medios estadounidenses se hicieron eco de la noticia. Los funcionarios de las instituciones públicas estadounidenses podían permanecer hoy en sus casas debido al anuncio de una tormenta de nieve.
DW
Los documentos sobre la Guerra de Irak filtrados por WikiLeaks comenzaron a arrojar informaciones concretas.
Usando como fuente los documentos proporcionados por WikiLeaks, el rotativo británico señala que 680 civiles perecieron a manos del ejército estadounidense en puestos de control ubicados en Irak. Esto, dice el Sunday Times, significaría que la milicia de EE.UU. mató a seis civiles por cada rebelde detectado y muerto en dichos puestos. En ocasiones, los soldados abrían fuego simplemente porque un auto no hacía alto total. En uno de esos incidentes resultó herido fatalmente un niño de tres años de edad.
Las revelaciones publicadas hoy por el Sunday Times son sólo una parte del panorama contenido en los documentos que WikiLeaks puso a disposición de medios como el alemán Der Spiegel. En un despacho dirigido a sus lectores, éste explica la importancia de los documentos y por qué decidió publicarlos pese a que las filtraciones de WikiLeaks son consideradas “irresponsables” por el Pentágono.
En este caso, “resulta novedoso el hecho de que ahora son los propios militares estadounidenses los que documentan cuán desastroso fue el curso de la operación militar en Irak.” Además, dice el semanario germano, “los documentos sobre Irak no solamente dan cuenta de incidentes aislados, sino que constituyen el retrato de una realidad en 391.832 partes, que será fundamental par el análisis histórico de esta guerra.” Esta realidad incluye además presuntos casos de abuso a ciudadanos iraquíes, también por parte de las fuerzas de seguridad locales.
En la edición que comenzará a circular este lunes, Der Spiegel dedica su portada al tema y se pregunta: “Más de 100.000 muertos y no se logra la paz en Irak. ¿Ha valido la pena?”.
División en el Reino Unido
Entre tanto, las reacciones en Europa también comienzan a desgranarse. La más notable hasta el momento es la aparente división que las filtraciones de WikiLeaks han causado en la cúpula del Gobierno británico. Mientras el Ejecutivo y el ministerio de Defensa condenaron “toda difusión no autorizada de documentos clasificados”, el viceprimer ministro Nick Clegg afirmó a la emisora BBC que “la naturaleza de las acusaciones es extraordinariamente grave”, en referencia a la muerte de civiles y los casos de tortura a manos de soldados estadounidenses en Irak.
Clegg también abordó la dimensión internacional de este tema. El Gobierno estadounidense, dijo, “querrá dar su propia respuesta y no nos corresponde decirles cómo hacerlo.”
Assange, ¿dictatorial?
Por lo demás, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, aparece como figura prominente en la prensa internacional. En entrevistas concedidas a medios como Der Spiegel, The New York Times o El País, el australiano de 39 años de edad defiende la publicación de los documentos.
Pero los reportajes sobre Assange no se quedan ahí: hacen referencia además a la controvertida personalidad del entrevistado. Tanto elNew York Times como El País mencionan el cisma en el grupo de fundadores de WikiLeaks, y abordan el distanciamiento entre Assange y el alemán Daniel Domscheit-Berg, ex portavoz de la plataforma de Internet.
Éste critica el hecho de que WikiLeaks se concentre cada vez más en la figura del australiano, quien “se está comportando como un dictador”, según afirmó Domscheit-Berg a El País. El New York Timestrae a colación las dudas existentes sobre las fuentes de financiación de WikiLeaks.
Otro tema no aclarado del todo es la manera como WikiLeaks obtuvo los documentos que filtró a la prensa. La plataforma afirma que los expedientes provienen de una base de datos secreta del Pentágono, pero no ha dicho cómo logró llegar a ésta.
EL/ds/ep/nyt
Editora: Claudia Herrera Pahl
La guerra sucia: conmoción por abusos, torturas y muertes en Irak
Los medios alemanes se hacen eco de la revelación, a través de WikiLeaks, de documentos secretos sobre la guerra de Irak. Archivos que constatan cómo el maltrato y la impunidad eran habituales en el país árabe.
"WikiLeaks revela la rutina sangrienta de la guerra en Irak". Así titula su información la edición online del diario alemán "Die Welt". Es tan sólo una de las cabeceras que recogen la revelación, por parte de la plataforma de Internet fundada por Julian Assange, de casi 400.000 documentos militares secretos sobre la invasión estadounidense en Irak. Documentos que, entre otras cuestiones, cifran en más de 100.000 las víctimas mortales en el país árabe entre 2003 y 2009 y revelan centenares de denuncias de abusos y torturas que nunca llegaron a investigarse.
En su información, "Die Welt" asegura que los documentos revelados ponen en evidencia la impotencia del gobierno estadounidense. El rotativo detalla las torturas cometidas con tubos de metal, varas de madera, descargas eléctricas, quemaduras, roturas de huesos y un macabro y largo etcétera. Abusos que también recoge la edición digital de "Der Spiegel". El semanario es uno de los pocos medios de comunicación en todo el mundo que tuvieron acceso a los documentos horas antes de que WikiLeaks los publicara en su propia página web. El estadounidense "The New York Times" y el diario británico "The Guardian" fueron algunos de ellos.
"Der Spiegel" habla de soldados estadounidenses orinando sobre prisioneros, mujeres y hombres desnudos y golpeados y humillaciones como rutina habitual entre los detenidos. El semanario recuerda el escándalo de la prisión de Abu-Ghraib, destapado en 2004, y afirma: "los documentos -revelados- generan la impresión de que los soldados estadounidenses y las fuerzas de seguridad iraquíes habrían actuado empleando la fuerza bruta como si el escándalo de Abu-Ghraib no hubiera existido".
Las revelaciones de Wikileaks constituyen la mayor publicación de documentos secretos militares en la historia de Estados Unidos y cuadriplica a los documentos publicados por la misma plataforma de Internet en julio sobre la guerra en Afganistán.
Más de 100.000 iraquíes muertos
La invasión de Irak, entre 2003 y 2009, se saldó con la muerte de 109.032 personas, la inmensa mayoría de las cuales eran iraquíes. Lo más significativo, sin embargo, es que más de un 60% de las víctimas (66.081) fueron civiles. Hasta ahora, ni el gobierno de Estados Unidos ni las fuerzas aliadas han facilitado un número de las víctimas iraquías ocasionadas por el conflicto, con el argumento de que no se llevaba una contabilidad al respecto. La mayor parte de las muertes, cerca de 30.000, se produjeron a consecuencia de las minas colocadas por los insurgentes a lo largo del territorio del país.
Los documentos secretos revelados por WikiLeaks arrojan también luz sobre supuestas torturas cometidas por las autoridades iraquíes y que habrían sido encubiertas por el ejército estadounidense. En los informes se hace referencia a latigazos, quemaduras, amputaciones y palizas que las autoridades estadounidenses conocían pero no investigaron. En los documentos se cita el fallecimiento, al menos, de seis prisioneros bajo custodia iraquí. Un portavoz del Pentágono declaró a "The New York Times" que si los abusos fueron perpetrados por iraquíes, corresponde a las autoridades del país árabe investigarlos.
Muertes accidentales de civiles
Pero los archivos hacen referencia también a la muerte de civiles en incidentes con las tropas estadounidenses. Los documentos relatan al menos cuatro casos de tiroteos mortales cometidos desde helicópteros. En uno de los casos se disparó contra civiles aunque las víctimas estaban dando claros signos de rendición.
Por último, los documentos revelan el supuesto papel de Irán como proveedor de armas a las milicias iraquíes. Misiles, bombas magnéticas y explosivos capaces de penetrar blindajes formarían parte del suministro de armas a los grupos insurgentes iraquíes. Unos grupos que, además, habrían recibido entrenamiento en la vecina Irán. El objetivo de Teherán, según los documentos, sería debilitar al naciente gobierno iraquí y disminuir la influencia de Estados Unidos en Irak.
Estados Unidos condena la filtración
La reacción de Washington a la filtración de WikiLeaks no se ha hecho esperar. El Pentágono acusó a la plataforma de Internet de poner en riesgo las vidas de las tropas estadounidenses, ya que la información revelada podría ser utilizada por insurgentes para organizar ataques en Irak. "Condenamos a WikiLekas por inducir a individuos a incumplir la ley, difundir documentos secretos y luego compartir la información secreta con el resto del mundo, incluyendo nuestros enemigos", afirmó un portavoz del Departamento de Defensa.
Por su parte, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, defendió la publicación de los documentos militares secretos. En una rueda de prensa ofrecida en Londres, Assange aseguró que su organización había trabajado en los archivos para no poner en peligro la seguridad de nadie. "El objetivo de esta revelación es saber la verdad. La primera víctima de la guerra es la verdad y queremos corregir el ataque contra la verdad que ha ocurrido antes y durante la guerra y que ha continuado después de que la guerra concluyera oficialmente". sentenció Assange.
Autor: EV / Reuters/dpa
Editor: Pablo Kummetz
Editor: Pablo Kummetz
¿Y AHORA IRAN? ¿SE REPITE LA HISTORIA?
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