miércoles, 6 de marzo de 2013

España destino tercer mundo
Ramon Muñoz Moyá
( un libro que muestra la proxima realidad de la España de nuestros dias)


Decía Antonio Mingote que los pesimistas son optimistas bien informados. Y a ellos es a quien va dirigido el libro ‘España, destino tercer mundo’ del periodista Ramón Muñoz. Desde la contraportada del mismo se advierte de lo poco idónea que resulta su lectura para los optimistas impenitentes que piensan que la actual es otra crisis más y que vamos a salir de ella. En este libro, Ramón Muñoz analiza un panorama económico-social desolador y le pronostica un futuro cuasi apocalíptico en el que el periodo de bonanza disfrutado en las últimas décadas no será más que un recuerdo de museo. Sin paños calientes ni lugar para el optimismo, Muñoz hace un retrato catastrofista/realista de la España que nos espera; una España en la que un puesto de trabajo será un bien de lujo sólo al acceso de unos pocos, con unos niveles históricos de empobrecimiento, incapaz de saldar su estratosférica deuda, sin tejido productivo, con una sociedad polarizada de pobres my pobres y ricos muy ricos, una fuga masiva de cerebros y unos sistemas de protección social (pensiones, sanidad pública y ayudas sociales) aniquilados.

‘España, destino tercer mundo’ plantea un panorama absolutamente desolador y, por si hay algún optimista entre los lectores que tiene la tentación de pensar que lo podremos evitar, Ramón Muñoz se encarga de dejarle muy claro que el destino que él vaticina es ineludible. Para ilustrarlo, establece paralelismos con países que ya han sufrido el futuro que él pronostica para España. El fantasma del tan temido corralito argentino es la espada de Damocles que cuelga sobre las cabeza de todos los españoles y es el elemento con el que el autor abre el libro por medio de un ingenioso relato de “economía ficción”. El relato describe un hipotético futuro no muy lejano en el que España sufre el decreto de su corralito particular. Las consecuencias son devastadoras y dejan al país sumido en un estado de histeria y devastación absolutas. Al corralito le sigue el corralón y la vuelta a la peseta, con su consiguiente devaluación de valor y pérdida de poder adquisitivo que dejan España en la misma situación en la que quedó Argentina en diciembre de 2001.
Empieza con este relato de ficción tan aterrador como los mejores thillers, aunque el análisis de la situación real que se hace en los siguiente capítulos no se queda corto. Muñoz analiza el qué, el cómo y el por qué de la situación económica en la que está sumida España y lo hace sin tapujos, señalando con el dedo y llegando incluso a contradecir teorías muy aceptadas y extendidas (como la I+D como solución a los problemas o el ladrillazo como culpable de todo). Niega, por ejemplo, que la causa del problema haya sido la burbuja inmobiliaria. Para Muñoz, la burbuja no ha sido la causa sino la consecuencia. Y, paradójicamente, para él es el denostado ladrillo lo que nos ha permitido disfrutar de unos años de prosperidad que no nos correspondían y nos ha permitido retrasar la llegada de la triste realidad con la que tendremos que vivir porque es la que, “por ley”, nos corresponde. ¿Y cuál es la causa, según Muñoz? La aniquilación del tejido productivo nacional. El problema es que no producimos nada porque toda la industria se deslocalizó a países de producción barata para que aquí pudiéramos tener un consumo low-cost (tan low-cost como la calidad de vida que nos espera).

En ‘España, destino tercer mundo’ se hace un repaso de la cadena de despropósitos que nos han llevado a la situación actual y de las consecuencias que eso tendrá en un futuro muy próximo. Dice que seremos un país con unos jóvenes muy bien formados pero que tendrán que emigrar para poder trabajar; una generación cuya formación le ha costado al estado una cantidad de dinero que los países que los acojan se van a ahorrar (y deja muy claro que no será como en la época de nuestros abuelos: los países receptores sólo quieren mano de obra cualificada y formada de origen). Muñoz es crítico también con el ciudadano medio (al que no exime de su parte de responsabilidad) y no sólo con los gobernantes. Critica la mentalidad comodona de una masa trabajadora que quería trabajos “cómodos” y de la insensatez de las hipotecas suicidas. Hace también un análisis crítico de las prejubilaciones masivas, de la descompensación del [absolutamente inviable] sistema de pensiones, de la immigración masiva, de la fiebre faraónica española (de la que quedan monumentos en forma de aeropuertos vacíos y construcciones ni siquiera estrenadas) y de la obsesión por la casa en propiedad.
El mensaje del libro es claro: se acabó lo que se daba. La bonanza de las últimas decadas ha sido sólo un espejismo que fue bonito mientras duró pero que ni era real ni era legítimo. No nos queda otro remedio que preparnos para aceptar la realidad social y económica que nos tocará vivir. No seremos diferentes de “otros”. Los derechos con los que nacimos y que hasta ahora creíamos legítimos se acabarán. Los mecanismos de protección social explotarán uno tras otro. La clase media desaparecerá. Y es lo que hay. ‘España, destino tercer mundo’ está escrito de forma muy entendible y accesible. Al contrario de lo que pasa con otros libros del tema, no hace falta ser un experto en economía para poder leerlo y entenderlo. Es como una tertulia de bar pero contando con un experto en el tema que lo explica en un lenguaje llano. Y aunque lo que dice no es nada que los nacionales no sepamos ya, es un sumario conciso y certero de lo que ha habido, hay y habrá. Es el libro que yo le recomendaría a un extranjero que quisiera saber las claves de la situación española. Una España, tal y como dice el subtítulo de la portada, de endeudados, sin fábricas, sin empleos y atrapados por el corralito. Muñoz deja muy claro que los años de prosperidad de los que hemos disfrutado y que creíamos la norma han sido, en realidad, una excepción. Y la excepción se acabó; ahora toca volver a la norma.

Reseña del editor:

España está en el centro de una vorágine de depresión económica sin precedentes que acabará de un plumazo con el paréntesis de prosperidad del que hemos disfrutado en las últimas décadas y que creíamos eterno. Los mercenarios del optimismo -políticos, expertos, economistas y periodistas- que trabajan a sueldo de los que verdaderamente mandan y han arruinado el país, nos han estado contando que de ésta también saldremos.En España, destino tercer mundo se destapa esta falacia y se realiza un retrato del futuro siniestro que nos espera. Lo superaremos, sí, pero empobrecidos hasta unos niveles que no se recuerdan desde los años cincuenta, con varias generaciones perdidas, trabajos escasos y mal pagados y unos jubilados que van a ver esfumarse sus cotizaciones y que sólo podrán aspirar a pensiones mínimas de caridad.Ramón Muñoz, periodista de economía del diario El País, advierte de que el Estado no logrará hacer frente al pago de su astronómica deuda, y de que la situación del sistema financiero es tan crítica que ni siquiera están seguros ni los ahorros. El Gobierno podría decretar un corralito como el que vivió Argentina hace una década para frenar la fuga masiva de capitales y, lo que es peor, convertir los depósitos de los ciudadanos de euros a pesetas, lo que haría empobrecer de la noche a la mañana a miles de personas.Éste es un libro en el que se augura un futuro triste y carente de escapatoria alguna. Por eso, su lectura no se recomienda a optimistas impenitentes ni a votantes de partidos mayoritarios deseosos de escuchar que «todo se arreglará». Si acaso va dirigo a un tipo de lector inquieto. harto de leer las mismas mentiras que le han estado contando los medios de comunicación desde que empezó la crisis.

Biografía del autor:

Ramón Muñoz es licenciado en peiodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Inició su carrera en el Diario de Ávila y fue colaborador en diversas publicaciones como El Economista o Diario 16. Posteriormente trabajó en la agencia Europa Press donde desarrolló su labor en la sección de Economía. De aquí pasó a El Mundo y luego a El País, en el que trabaja actualmente.Su labor profesional ha estado siempre ligada a la información económica y, en especial, al sector de las telecomunicaciones y de la tecnología, obteniendo galardones como el Premio Vodafone de Periodismo, Premio Asimelec y Premio de la Asociación de Usuarios de Comunicación.Desde el inicio de la crisis en 2008, fue uno de los pocos periodistas que, a contracorriente, alertó sobre la gravedad de lo que estaba aconteciendo. En sus artículos, Muñoz ya avisó de que, en contraposición a la opinión oficial, ésta no era una crisis cíclica más sino una profunda depresión que iba a hacer tambalear todo nuestro sistema de bienestar.

http://www.youtube.com/watch?v=8EDAIBb-LqU





via COLECTIVO DIGNIDAD

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